A veces pensando en el destino, ese que tan bien retrata mi película favorita y tu bien deberías de saber cual es, llego a la conclusión que quizás creer en el no sea un acto de debilidad ante el desconforme que supone aceptar y tomar decisiones, a medida que el tiempo va llenando de momentos los recuerdos.
Existen dos destinos: el que tomamos y aquel que no cogemos, dejando que siga solo en una realidad coexistente a la nuestra. Sin lugar a dudas el mayor error que cometemos es arrepentirnos por las cosas y ese si que es totalmente un acto de debilidad.
Quizás aquel verano, que te conocí en aquella playa, bajo el cobijo de este o tal vez se tratara de otro sauce llorón iluminando el aire con sus chispas, inundándolo después con ese matiz a pólvora. Tal vez en ese momento estábamos siguiendo el destino sin saber en aquel primer instante lo importante que debía ser ese encuentro en nuestras vidas. Y de este mismo modo en el que ocurren las cosas por un que si, en esta nuestra playa, quedar para volver a vernos sin importar cuanto haya pasado el tiempo, de cuantos recuerdos haya llenado el saco del tiempo, ni cuantas canas enumeren cada instante de tu vida que me perdí. Quiero volver a verte y si el mar no lo borra, pues bastante tiene con toda su inmensidad perdiéndose allí donde el horizonte se junta con el cielo, si no es lo suficiente egoísta ni canalla, firmare en la arena y cada vez que escuches
La Oreja con su playa tocando los acordes de esa, la canción mas bonita del mundo, será por mediación mía para recordarte que un día de estos años hemos quedado.
En algún momento, un sonido, una brisa que sopla de pronto, una lluvia fina que empapa tu cara en una tarde de verano, una sonrisa, un abrazo… te devolverán, no puedo decirte por cuanto tiempo, cada momento que en estos años hemos ido creando conjuntamente y que refuerzan esta nuestra amistad.
Si bien es posible que tu también tomes un billete de ida hacia alguna ciudad los próximos años, o que las nuevas personas que formen la que entonces sea tu vida, hagan lo que entendería como es lógico, que siendo ellos lo mas importante, también sean tu principal prioridad, si poniéndonos en el peor de los casos estos meses sean los últimos que debamos pasar juntos, sin saber que el día que un anden se junte con los buenos propósitos, los sueños por cumplir y los deseos de comernos el mundo a bocaos, dejaremos atrás: no esta ciudad y sus calles, si cada rincón que hicimos nuestro con el flash de una cámara fotográfica o la retina que aun conserva la luz de aquel día, no los bares y sus pistas de baile, si aquellas noches gloriosas que exhalamos y parecían que durarían siempre y con la misma gente. Por todo ello y en especial por ti, que me has aguantado, no puedo prometerte que cuando la hora apresure ese adiós que no queremos decir aguante con ese nudo que va dejando seca mi boca y oprimiéndome en el pecho, ahí en ese trocito donde guardo todo esto y donde se que te has ganado permanecer ya siempre.
Hoy el viento esta cambiando y como las palabras suelen dejarse seducir por los arrumacos de ese gran dios y como la arena es como la vida, va colocando granitos encima de los que anteriormente hubo. Voy a mirarte, cerrare los ojos muy fuerte, mucho, y parecerá que este instante duro mas tiempo, que nunca finalizo. Será bonito, será para siempre.

Sabes que te quiero con locura, por eso no puedo dejar pasar mucho tiempo si poner tu texto, mi texto. Y por supuesto gritar: YA SON 8 AÑOS!!!!